Es abierta para todos.
Fundamentalmente es para hacer oración en comúnidad.
* Es gozosa y espontánea. Con alegría y en esa libertad que brota del corazón.
* Trinitaria. Es dirigida al Padre, por Jesucristo, en el Espíritu Santo.
* Conducida por el Espíritu Santo. No lleva un esquema fijo, sino como guíe el Espíritu Santo.
* En compañía de María. Como en el Cenáculo María se hace presente en la Asamblea orando con nosotros (Cf Hch 1,14).
* Centrada en la Palabra proclamada. Dios habla a través de su Palabra y nosotros respondemos a su llamado.
* Acompañada del canto ungido. Favorece esa experiencia con Dios vivo.
* Carismática. Abierta a los carismas que el Espíritu quiera suscitar.
* Participativa. Dando oportunidad a la actuación personal de la Asamblea.